IA y la lectura de pensamientos

Mini-entrevista a Facundo Bromberg fundador y líder team tecnología en Mindcolab, sobre la novedad que circuló los últimos días en medios de comunicación, de una IA programada para leer la mente de las personas. Mirá que nos dijo…

¿Es viable y cierto que la IA puede leer los pensamientos y que avance tiene esta tecnología hoy?

Es real que la inteligencia artificial puede traducir patrones neuronales producidos por una tomografía, detectando conceptos y así poder traducir ciertas actividades. Sin embargo, es importante mencionar que aún existen algunos errores en los resultados obtenidos hasta el momento. Además, es necesario destacar que cada modelo de inteligencia artificial debe ser entrenado específicamente para cada persona, ya que no se puede usar un mismo modelo para diferentes individuos.

Es importante también tener en cuenta que, actualmente, para poder traducir estas actividades neuronales de una persona se requiere de una aparatología costosa, cómo un tomógrafo que es el encargado de generar una imagen en 3D que muestra la actividad cerebral. La inteligencia artificial es capaz de leer con gran detalle esta actividad, con la información otorgada por el tomógrafo y traducirla en algo que tiene significado y que mapea con lo que la persona está pensando.

Sin embargo, es importante destacar que el mismo pensamiento en dos personas diferentes tiene una configuración espacial muy diferente, lo que significa que el modelo de inteligencia artificial utilizado para una persona no se puede usar para otra. En resumen, aún hay muchas limitaciones y requerimientos técnicos para lograrlo de manera efectiva y precisa.

¿Qué aplicaciones de uso te imaginas son posibles?

Actualmente es difícil imaginar aplicaciones prácticas para la lectura de pensamientos debido al alto costo de la tecnología necesaria y la falta de precisión en los resultados. Sin embargo, en un futuro, la IA podría ser útil en aplicaciones médicas, como en el caso de personas con afasia que no pueden expresarse verbalmente. También podría ser utilizado en situaciones de emergencia para detectar señales de alerta en pacientes. En cuanto a aplicaciones tecnológicas, no parece haber muchas posibilidades en el corto plazo, aunque podría ser útil para comandar dispositivos y alertar sobre peligros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el control de los pensamientos es un proceso físico muy complejo que requiere mucho entrenamiento y disciplina, por lo que no parece probable que se utilice en el corto plazo para el control de dispositivos. En resumen, aunque hay posibilidades futuras para la IA en la lectura de pensamientos, actualmente se necesita más investigación y desarrollo para hacer que esta tecnología sea más accesible y precisa.

¿Una tecnología tan avanzada, no corre riesgos de ser usada con malas intenciones?

Sí, definitivamente existe el riesgo de que esta tecnología sea utilizada con malas intenciones. Sin embargo, no es la avanzada tecnología en sí misma lo que aumenta el riesgo, sino más bien el poder que esta tecnología puede conferir a aquellos que la controlan. Por ejemplo, si los mapeos entre actividad cerebral y significado se vuelven tan precisos que pueden leer nuestros pensamientos, podría existir la posibilidad de que los datos recopilados sean utilizados para manipular o controlar a las personas de manera malintencionada.

Por esta razón, es esencial que se establezcan medidas regulatorias adecuadas para evitar el mal uso de esta tecnología. Como con cualquier avance tecnológico, debe haber un equilibrio entre el beneficio que proporciona y los riesgos que conlleva. Además, se deben tomar en cuenta los aspectos éticos, legales y de privacidad al desarrollar y aplicar estas tecnologías avanzadas.

¿Qué impacto social crees que puede tener esto?

En resumen, el impacto social que esta tecnología podría tener es revolucionario en términos de ayudarnos a entendernos mejor y a comunicarnos de manera más efectiva, no solo en la traducción de idiomas, sino también en la traducción de intenciones y pensamientos. Esto podría tener un impacto positivo en diferentes ámbitos de la sociedad, desde la política hasta los negocios y la vida cotidiana, al ayudar a las personas a alinearse en sus objetivos y solucionar problemas más eficientemente. Sin embargo, también es importante tener en cuenta los posibles riesgos y peligros que esta tecnología pueda tener si es utilizada con malas intenciones o no se regula adecuadamente.

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